Finalizada la campaña que, una vez más, ha logrado convertir las elecciones europeas en un spin-off de las generales, la participación vuelve a ser decisiva si pretendemos evitar el ascenso de partidos como el del ultraderechista holandés Geert Wilders.
Aún así, cinco años después, la fórmula parece repetirse de nuevo: debates-monólogo en las principales cadenas de televisión, apoyo explícito al candidato del resto de líderes de la formación (estén o no imputados), y la convicción de que si es bueno para España, también lo será para Europa, aunque ésta sólo sea un eufemismo para recabar votos.
Ante este previsible panorama en el que el bostezo impuesto no debería desanimar la lucha por nuestros intereses europeos, me quedo con la interactiva apuesta de Mtv en la que, al menos, siempre puedes ser un groupie.
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