jueves, 16 de julio de 2009

Quinceañero

El triunfal modelaje del panorama musical de principios de los 90' hacia el territorio indie fraguado entre la complicidad del sello Elefant Records, la revista Spiral y la Sala Maravillas de la mano de Luis Calvo, Joako Ezpeleta y, especialmente, los hermanos Morán explica porqué en su 15º edición el FIB es ya sinónimo indiscutible de sold out.
Emplazado en la costera localidad de Castellón, Benicàssim prepara su propio plan anti crisis recibiendo a los miles de fibers que desde hoy llenarán 100.000 metros cuadrados encargados de acoger los 100 conciertos previstos, en los que el rock y la música electrónica convivirán durante cuatro días en un ambiente mestizo mediado por los litros de alcohol. Al cartel -cuyo efecto catártico sobre la juventud plasmó hace un par de años Hedi Slimane como si de un ritual chamánico se tratara-, protagonizado en esta edición por Kings of Leon, Franz Ferdinand, The Killers o la vuelta de Oasis, se le suman además una serie de actividades extra musicales enmarcadas en el FIBActúa con el propósito de "buscar nuevos modos escénicos a través de emergentes creadores nacionales e internacionales".
Con unas expectativas cumplidas que recompensan la dura filosofía del do it yoursef inicial y el respaldo del New Musical Express como uno de los medios oficiales, podemos celebrar por fin la madurez de un FIB que ha pasado con nota del pequeño Glastonbury al gran hermano.



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