domingo, 19 de diciembre de 2010

Suggestion

"Why don't you paint a map of the World on all four walls of your boy's nursery so they won't grow up with a provincial point of view?"


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Speechless (II)

Adelantándose un año al estallido del caso Watergate, el analista militar Daniel Ellsberg filtró en 1971 al diario The New York Times los documentos clasificados relativos a la guerra de Vietnam -conocidos popularmente como "los papeles del Pentágono"- donde por primera vez se exhibían públicamente las falsedades gubernamentales desde Harry S. Truman hasta Lyndon B. Johnson. Juzgado por conspiración y finalmente absuelto de todos los cargos, el por entonces asesor para asuntos de seguridad nacional Henry Kissinger, acusó a Ellsberg de ser "el hombre más peligroso de América" inaugurando el debate acerca del derecho de la opinión pública a saber.
Apenas cuarenta años después, la generación que creció con la dimisión de Nixon revive con cierta sensación de déjà-vu la historia de Bradley Manning, el joven soldado destacado en Bagdag que, perteneciente al departamento de inteligencia, confesó hace pocos meses al hacker Adrian Lamo -quien luego le delataría- ser el nuevo garganta profunda tras ofrecer a WikiLeaks una ingente cantidad de material confidencial aprovechando el acceso a las nuevas medidas de compartimiento de información centralizada entorno al sistema SIPRNET -acrónimo de Secret Internet Protocol Router Network- establecido tras los ataques del 11-S. Dichas filtraciones también incluían el explícito vídeo Collateral Murder en el que se muestra la matanza de once civiles iraquíes -entre los cuales se encontraban dos empleados de la agencia Reuters- desde dos helicópteros estadounidenses a las que se sumaron cientos de informes alusivos a las guerras de Afganistán e Iraq, considerados la mayor filtración de documentos secretos de la historia del Ejército de EE.UU.
Con unos 800 colaboradores ocasionales y las aportaciones privadas de 10.000 donantes -cuyas cifras no sobrepasan los 20.000 euros-, la plataforma WikiLeaks fundada en diciembre de 2006 por el ex-hacker australiano y activista de la libre información Julian Assange, se ha convertido en el mediador excepcional entre los whistleblowers -informantes anónimos a quienes la asociación asegura protección- y el maquillado discurso oficial habitualmente empleado por los líderes mundiales. Si bien Assange justifica su labor mesiánica en la condescendencia del resto de medios convencionales con el establishment, también es consciente de la necesidad de delegar en dichos profesionales la titánica labor de contextualizar y difundir coordinadamente la poderosa información recibida en bruto. Esta estrategia mediática, avalada por el acuerdo de colaboración de prestigiosas cabeceras como The Guardian, The New York Times, o el semanario alemán Der Spiegel, se amplió a los periódicos Le Monde y El País para la publicación en exclusiva de las últimas revelaciones del llamado Cablegate -donde se exponen los entresijos de las artimañas diplomáticas estadounidenses a nivel internacional-, pudiendo dosificar y segmentar los datos en función de la sensibilidad informativa de cada país -tal y como demuestran filtraciones como las del caso Couso en España-.
Sin embargo, al Robin Hood de la transparencia y aspirante a personaje del año para la portada de la revista TIME, tampoco le escasean las enemistades. Además de la previsible desautorización de la Secretaria de Estado Hillary Clinton, hay que añadir la petición del congresista Pete King de "designar WikiLeaks como una organización terrorista" o la particular fatwa promovida por el ex candidato republicano a la presidencia Mike Huckabee, que directamente exigió la pena capital para Assange. Quien tampoco ahorra sus críticas es Daniel Domscheit-Berg. El que antaño fuera su mano derecha al frente de la asociación, acaba de anunciar la creación de una nueva plataforma similar -aún en pruebas- llamada OpenLeaks, y ha asegurado que "el carácter autoritario y el personalismo de Assange" le han llevado a "traicionar los principios fundacionales de WikiLeaks" al "vincular excesivamente la organización a su persona".
Mientras los ciber-activistas enmascarados tras el pseudónimo Anonymous vengan el intento de PayPal o Master Card por asfixiar la financiación de WikiLeaks y su fundador permanece en prisión preventiva por dos supuestos casos de violación puestos en entredicho, cabe preguntarse si, alcanzado el Power To The People treinta años después del asesinato de John Lennon, seremos capaces de saber cómo gestionar ahora la responsabilidad que ese poder conlleva.





miércoles, 8 de diciembre de 2010

Pop-Up

El interés suscitado en los últimos años por el arte callejero ha renovado la manida ecuación street art-vandalismo por la de una progresiva introducción en el mainstream y los circuitos comerciales.
Confirmada la popularidad del fenómeno -llamado a ser el nuevo punk en cuanto a movimiento contracultural-, Taschen acaba de lanzar al mercado el libro que recopila a lo largo de cuatro generaciones las obras-icono de 150 artistas perfecto para el auto consumo low cost del gran público que, sin duda, reconocerá sin necesidad de pistas la autoría del prólogo firmado por el enigmático Banksy. El artista de Bristol, cuyas inspiradoras creaciones lideran tanto la calle como las casas de subastas, ha gozado también de una gran repercusión a raíz de su primer film Exit Through The Gift Shop presentado en el pasado festival cinematográfico de Berlín.
Consciente de la baza que implica su anonimato, el documental introduce a un peculiar personaje llamado Thierry Guetta afincado en Los Ángeles, que, en su obsesión por entrevistar en persona al propio Banksy, se va convirtiendo en testigo visual de la morbosa criminalidad de baja intensidad practicada por artistas como Space Invader o Shepard Fairey al ritmo de "Tonight the streets are ours".
Haciendo gala de un intencionado protagonismo que relegaría a anécdota al mismísimo Michael Moore, Guetta decide pasar a la acción justificando su repentina condición de artista en una sugerencia de Banksy y, amparado en el pseudónimo Mr. Brainwash, debuta en solitario con su primera exposición titulada Life is Beautiful dando por concluida una de las parodias del mercado artístico más sutiles de los últimos tiempos.




domingo, 28 de noviembre de 2010

Downtown (II)

París conmemora el 50 aniversario del nacimiento de Jean Michel Basquiat convirtiendo el Musée d'Art Moderne de la Ville y el estreno del inédito film de Tamra Davis "The Radiant Child" en obligados puntos de peregrinación.
En 1979 el anuncio de la muerte de SAMO en los muros del SoHo dio paso a una ingente cantidad de obras donde puertas, ventanas, frigoríficos y, finalmente, lienzos, comenzaron a mostrar la agresiva gestualidad neo expresionista del joven Basquiat en un momento de marcado triunfo minimalista. Fascinado desde los ocho años por las ilustraciones de Anatomía de Gray -el famoso libro que su madre le regaló mientras se recuperaba del atropello de un coche-, las eclécticas influencias de Basquiat incluían desde el Guernica de Picasso y el action painting de Pollock hasta los collages de Robert Rauschenberg o Jasper Johns.
Sin embargo, el boom del nuevo star-system -impulsado por la explosión de los mass media y la conversión de Nueva York en la ciudad-laboratorio perfecta para el testeo de neo celebrities- no impidió a Basquiat reafirmar su negritud, coronando a sus ídolos del mundo del boxeo, el baloncesto, o el jazz hasta hacerse con la portada del New York Times Magazine como el primer artista plástico negro. Un triunfo más para el proclamado "equivalente artístico de James Dean" que, a pesar de ser el más joven en exponer en el Documenta 7 de Kassel, participar en la prestigiosa Gagosian Gallery, o haber tenido las puertas abiertas al mercado europeo de la mano del suizo Bruno Bischofberger embutido en trajes de Armani, no pudo evitar sentirse como "la mascota del arte contemporáneo".
Si bien hubo malas experiencias -como cuando en sus inicios la galerista Annina Nosei que aceptó acogerle en el sótano de su galería vendía sus cuadros aún sin terminar ante la voracidad de los coleccionistas-, los intentos de Basquiat por legitimar su arte en igualdad de condiciones respecto a otros colegas como Julian Schnabel dieron lugar en su última etapa a una colaboración con Andy Warhol acogida con frialdad por la crítica. La relación paterno-filial creada entre ambos se vio truncada en 1987 con la muerte del padre del pop, sumiendo a Basquiat en una depresión agudizada por el habitual consumo de drogas. El "niño radiante" al que hacía referencia el poeta y escritor René Ricard en el reportaje que le dedicó en la influyente Artforum -profetizando que "nadie querría formar parte de una generación que ignoraba a otro Van Gogh"- se desvanecía como el jinete que cae del caballo, hasta que en 1988 fue hallado muerto en su apartamento a causa de una sobredosis.
En esta ocasión, la realidad pudo con el happy ending.






sábado, 20 de noviembre de 2010

Downtown (I)

Hace 30 años, Edo Bertoglio convirtió veinticuatro horas en la vida de Jean Michel Basquiat en una fábula urbana de culto titulada New York Beat.
Producida por Maripol -pareja del fotógrafo suizo en aquella fecha-, el guión del film -rebautizado Downtown 81 en el año 2000-, corresponde al célebre crítico musical de la warholiana revista Interview Glenn O'Brien, uno de los primeros que, a lo Paloma Chamorro, dio carta blanca en su vanguardista programa TV Party a un Basquiat aún semi-incógnito refugiado tras el pseudónimo "SAMO" -alter ego con el que firmaba los poéticos graffitis que inundaban el Lower East Side de Manhattan a finales de los setenta-.
Al igual que en los iniciales pasos cinematográficos de Almodóvar respecto a la movida -"Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" (Kaka de Luxe) y "Laberinto de pasiones" (Almodóvar & McNamara)-, la apuesta a nivel musical de Downtown 81 demuestra también estar a la altura del efervescente panorama artístico que se respiraba tras las puertas de templos underground -ya extintos- como los míticos Mudd Club o CBGC donde James White and the Blacks, Kid Creole and the Coconuts, DNA, Suicide, o GRAY -el propio grupo de Basquiat y Vincent Gallo inspirado en John Cage- experimentaban en cada espectáculo con los sonidos del futuro.







miércoles, 17 de noviembre de 2010

Rebirth (II)

Aterrizar en el Nueva York de los 70 retratado por Allan Tannenbaum traía consigo lidiar con la bipolaridad de una ciudad que compaginaba a partes iguales la marginalidad de barrios destruidos por la crisis con una jet-set que, entre neones y música disco, consolidaba su status en la pista de baile de Studio 54.
Paralelamente, la escena underground daba cuenta de su habitual mestizaje ampliando su círculo a nuevos artistas como la estilista y diseñadora Maripol. Apenas salida de la escuela de Bellas Artes, esta francesa criada en Marruecos supo pronto seducir a la new wave neoyorquina desde la revolucionaria Fiorucci de la calle 59 que, más allá de una simple boutique, albergó la primera exposición de Keith Haring o el lanzamiento in situ de un número de Interview en presencia de Andy Warhol y Truman Capote.
El comienzo de los ochenta y el insomnio crónico como filosofía de vida, provocaron el primer encuentro entre Maripol y una principiante Madonna en la discoteca ROXY de Manhattan. La amistad entre ambas propició una sesión fotográfica en el hotel Saint Regis a cargo de Steven Meisel para la carátula del LP Like a Virgin en el que la futura súper-estrella del pop convertida en la novia de América trash lucía la icónica bisutería de Maripol diseñada a partir de objetos industriales.
Este contacto privilegiado con figuras emergentes -Glenn O'Brien, Grace Jones, Jean Michel Basquiat...- mediado en buena parte por su inseparable Polaroid SX 70, quedó inmortalizado en el libro Maripolarama, hermano menor del fantástico Little Red Riding Hood recién publicado que recoge la trayectoria de una artista tan interesante como la irrepetible época en que le tocó vivir.







domingo, 7 de noviembre de 2010

Dieta

El heredero mediático de Juan Pablo II finaliza hoy su polémica gira promocional por nuestro país criticando la secularización de una sociedad que cada vez se le parece menos.
Y es que la antigua estrategia del miedo difundida por la Iglesia durante el llamado "terror milenario" -que popularizó las peregrinaciones a Santiago de Compostela consolidándolo como escenario definitivo de la clientela de la fe- ha sido sustituida en la actualidad por una manifiesta alergia al látex, la interrupción del embarazo, o los matrimonios entre personas del mismo sexo. Observando cómo las parroquias se endeudan tratando de costear las millonarias indemnizaciones a las víctimas afectadas por los destapados casos de pederastia globalizada y los constantes escándalos que confirman una vergonzosa doble moral, da la impresión de que la jerarquía católica ha puesto a dieta los 21 gramos del alma de los que hablaba Alejandro González Iñárritu.




martes, 2 de noviembre de 2010

Got Tea? (II)

Todo parece prever que a partir de esta madrugada -hora española- el tradicional revés de las elecciones legislativas que los inquilinos de la Casa Blanca acusan en el ecuador de sus mandatos confirmará el giro hacia la (ultra)derecha del país.
Perder la mayoría de los 435 escaños que se renuevan en la Cámara de Representantes y los 37 que este año lo hacen en el Senado -la Cámara Baja y Alta del Congreso respectivamente-, provocaría con toda probabilidad llevar de urgencia al quirófano las prometidas reformas sanitaria, financiera y de inmigración de Obama que, hasta ahora, permanecían en la UCI. Por otra parte, tal y como apunta el actual número de la revista TIME, estos comicios clave de financiación ilimitada, también supondrán una lucha por la recuperación de la identidad entre las propias bases del partido republicano frente a la desconcertante irrupción del Tea Party.
Decididos a hacer de Obama el presidente de un único mandato a la espera de un Ronald Reagan redux, este autodenominado movimiento popular capaz de transformar el voto de castigo en el voto del cabreo con populistas tácticas de guerrilla jaleadas mediáticamente vía FOX News, tendrá hoy finalmente la oportunidad de legitimarse. El origen de este acelerado éxito personificado en los nuevos cachorros del partido como Marco Rubio o Christine O'Donnell -capitaneados por Sarah Palin- queda recogido en el artículo La rebelión de las élites que la periodista y escritora Irene Lozano publicó el pasado 17 de octubre en el diario El País.
Según él, "los seres antaño periféricos que solían quedar descalificados para la carrera antes de empezarla -ya sea con la presencia de un negro en la Casa Blanca, una boda gay, o ese G-20 donde los brasileños opinan sobre la economía mundial-, están arrebatando los derechos y privilegios del establishment americano -formado por hombres blancos de mediana edad y cierto estatus socioeconómico-, que, ahora, han de competir en igualdad de condiciones por un puesto de trabajo o autoridad intelectual".
Mientras tanto, los resultados definitivos testarán la permanencia del espíritu "Yes, we can", o, por el contrario, el comienzo de un doloroso "Yes, we try"...